Gabriela Matute e Ignardo Bravo son la voz de la información de tarde en el programa Entre Pasillos del Circuito Adulto Joven, 88.1 FM de Caracas. El pasado mes de agosto, CeroPretensiones se reunió con ellos en los estudios de radio para charlar sobre la situación del periodismo en el país.
por Carolina González
Gabriela Matute e Ignardo Bravo en los estudios del Circuito Adulto Joven
Fotografía: Carolina González
Pregunta: La radio es un medio de comunicación muy interactivo. ¿Cuáles son las inquietudes o quejas más habituales de los ciudadanos que se ponen en contacto con ustedes?
Gabriela Matute: Básicamente, la gente está utilizando los medios de comunicación como una ventana, expresan sus angustias y preocupaciones. Hay programas que son interactivos y de ahí parte su éxito. Un programa emblemático es Aló Ciudadano. Sin embargo, en el marco legal que tenemos, las leyes restringen mucho lo que pueden decir las personas; ya no se interviene de una forma tan espontánea como antes. Nosotros, como medio, tenemos que cuidarnos mucho de lo que dice la gente.
Ignardo Bravo: Eso aunado a que, con el reciente cierre de 34 emisoras, se ha entrado en un proceso de autocensura de las propias radios. Por razones obvias, los dueños de las radio tienen miedo. Esto, al fin y al cabo, es un negocio. El último eslabón somos los periodistas que, al menos aquí en Venezuela, somos secundarios en cuanto a importancia de un medio. Hay mucho miedo, el gobierno sembró el miedo con el cierre y como hay una lista de otras doscientas y pico que, como nadie sabe quien esta en esa lista negra, hace que la gente se cuide.
Pregunta: En este sentido, el periodismo en Venezuela se ha ganado por méritos propios el papel de cuarto poder, siempre cuestionando las acciones del gobierno. ¿Se vería su actividad coartada si se aprobase una ley como la de Delitos Mediáticos o si, por ejemplo, se llevase a cabo el cierre de Globovisión?
Gabriela Matute: pues nos convertiríamos en simples propagandistas del gobierno. Debemos estar claros en que el periodista es por esencia aquél que lleva las denuncias. No es que va contra el gobierno porque sí, porque me da la gana. Es una persona que debe encontrar dónde se hallan los errores en aquello que el pueblo te está demandado y por lo que te ha puesto en el poder, y hacerlo público. Evidentemente, como en todo el mundo, pueden existir intereses de por medio, pero, en teoría, debe existir una conexión entre el pueblo, la realidad y el gobierno. Si esas amenazas o propuestas de ley se aplican, el periodismo se acabará o pasará a ser, como en otros lugares del mundo o momentos de la historia, un ejercicio clandestino… o eso, o hacemos como muchos colegas que ejercen de aduladores oficiales.
Ignardo Bravo: Estoy de acuerdo, el periodista es como el estudiante: reaccionario. Lo que se debe hacer como periodista es reaccionar ante el status quo. En nuestro caso, siempre buscamos algo distinto que decir y cuando te casas con un gobierno desempeñas un papel que hoy desempeñan muchos. También se ha dado el caso en que tenemos que “dar con el tobo” –como decimos aquí- a miembros de la oposición, porque se lo merecen. No es que le vayas a hacer preguntas complacientes a uno e inquisitivas a otros, no. La pregunta que debamos hacer se hace, independientemente de a quién vaya dirigida.
Pregunta: Gabriela, usted trabaja también para la cadena de televisión opositora, ¿cuáles son las dificultades de ejercer el periodismo en Globovisión?
Gabriela Matute: Es muy sencillo, sales a la calle y no te dejan entrar a los sitios porque eres de Globovisión. Además, te lo preguntan directamente, ¿de qué medio vienes tú? Pues de Globovisión. Ah! Un momento…si es que no te dicen, no puedes entrar, no está permitido. Salimos a la calle y vemos que no podemos hacer nuestro trabajo. Además, no sólo por ser periodista, también uno es ser humano y sientes temor por no saber si te van a golpear, si te van a atracar, si te van a amenzar o, incluso, si esa amenaza se va a convertir en algo mucho más serio, como ha pasado con muchos otros compañeros. Viene el reclamo de la gente que está en la calle, que cree en esta revolución y siguen el discurso que atenta contra los medios de comunicación. Esa realidad es muy fuerte…
Pregunta: ¿Creen que hay un riesgo inminente de que cierre Globovisión? Y de ser así, ¿la alarma internacional que se generaría no podría ser beneficiosa para alterar el status quo de presión mediática?
Ignardo Bravo: El gobierno lanzó ya un globo de ensayo, el presidente dijo en su momento que dejaría de llamarse Hugo Chávez Frías si no lograba cerrar Globovisión, pero no lo ha hecho. Y es que el gobierno, a pesar de todo lo que dice, se cuida y revisa las encuestas, revisa los niveles de popularidad. Una medida como esta generó en la última encuesta un 80% de rechazo. Y entre el propio chavismo, hay un 66% de rechazo. Eso no significa que no lo vayan a hacer en cualquier momento.
Gabriela Matute: Sí, estoy de acuerdo con Ignardo. Para mí, hay dos alternativas y cualquiera de las dos es realista. Es una barajita que tienen guardada y que no sé muy bien cuando la van a jugar. Quizás no sea mañana y sí dentro de cinco años, no lo sé. En cuanto a los organismo internacionales, creo que poco tienen que ver con lo que ocurre en Venezuela. Para empezar, no tienen el peso y lo han demostrado, para ellos la democracia está en un papel y una tinta que es muy acomodaticia. Cada quien está a lo suyo y, además, hay intereses muy importantes con Venezuela.
Ignardo Bravo: En el caso del cierre de RCTV, no se produjo ningún revuelo. Actualmente, el caso está en la Corte. No hay decisión aún.
Pregunta: ¿Cuál es su percepción del periodismo internacional respecto a la situación que está viviendo Venezuela?
Gabriela Matute: Yo creo que la gente se interesa por las cosas que le son más cercanas. De pronto en Europa escuchan hablar de Venezuela y la gente dice, ¿Venezuela? y saben que existe por Chávez y por el certamen de Miss Venezuela.
Pregunta: Sin embargo, tanto en España como en el resto de países europeos, hay una fuerte presencia de latinoamericanos que debemos tener en cuenta a la hora de reestructurar la agenda mediática.
Gabriela Matute: Bueno, el gobierno internacional ha creado un lobby extraordinario a nivel internacional acerca del proyecto bolivariano. Así han llevado su verdad y su visión de las cosas. Evidentemente, las personas afines al socialismo y que oyen ir del proyecto bolivariano, sin conocerlo en detalle, apuestan por él. Volvemos al tema del interés político y económico. Luego, también hay que tener en cuenta que en Venezuela no hay unidad en la oposición, así que no existe esa voz internacional que haga frente a la oficial. Es posible que los venezolanos asentados por todo el mundo hayan hablado, dentro de sus comunidades, de la situación que han vivido, tal y como hicieron en su momento los cubanos exiliados. En fin, los periodistas internacionales que han llegado a Venezuela invitados por el gobierno no han ido a ciertos lugares; sin embargo, creo que los periodistas que llegan por su cuenta se han llevado una idea general de la situación. ¿Cuántos son? No lo sé.
Pregunta: ¿Qué podemos saber del periodismo alternativo en Venezuela? De ese que se ejerce al margen de las grandes cabeceras, cadenas de televisión o radio.
Gabriela Matute: Creo que ese el futuro. Después del episodio del cierre de estas treinta y cuatro emisoras, algunas siguen transmitiendo única y exclusivamente a través de Internet.
Ignardo Bravo: Visto desde otra perspectiva, el periodismo alternativo en Venezuela se ha entendido como el ejercido por algunas personas afines al gobierno que, sin estudios en comunicación, agarran una cámara o un micrófono y dicen hacer periodismo comunitario. La idea es decir, a cambio de dinero o recursos, ¡viva Chávez! Se trata de una alternatividad propagandística. Además, si te fijas en la forma en la que entrevistan, caes en la cuenta de que se trata de un periodismo sumamente grotesco y ofensivo.
Pregunta: ¿No sería esto periodismo ciudadano?
Ignardo Bravo: No, eso es periodismo político. Periodismo ciudadano es lo que ocurrió por ejemplo en la pasado marcha del sábado 22 de agosto –marcha opositora contra la Ley Orgánica de Educación-. En este caso, Twitter fue un sistema informativo que seguió minuto a minuto lo que ocurrió en la marcha. Con fotos y datos actualizados.
Pregunta: Ahora que hablamos de periodismo ciudadano, me gustaría plantear una cuestión que en España nos preocupa mucho. Las facultades de periodismo están copadas y los recién licenciados se encuentran con un panorama laboral con mucho intrusismo, ¿consideran ustedes que el periodismo ciudadano es perjudicial para los profesionales del sector?
Ignardo Bravo: yo creo que eso no debe de preocuparnos. Si es necesario, haremos mutaciones, como hacen los animales. Se trata de brechas y ciclos.
Gabriela Matute: Sí, yo estoy de acuerdo con Ignardo. El periodismo como institución no va a perder su credibilidad.
Ignardo Bravo: De verdad, yo no le temo a eso. El periodismo ciudadano es un complemento a la tarea que nosotros realizamos. Y es que el ciudadano ejerce el periodismo de manera coyuntural, nosotros siempre.
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